miércoles, 5 de marzo de 2008

Zapatero con jóvenes


Jóvenes con Zapatero


Un Gobierno comprometido con la calidad democrática y la ampliación de derechos.

Los cuatro años de la gestión socialista al frente del Gobierno han traído a España un periodo de expansión de los derechos fundamentales de los ciudadanos y de la calidad democrática que, prácticamente, no se vivía desde las normas de desarrollo de la Constitución, realizadas en su mayoría bajo el gabinete de Felipe González.

En estos cuatro años, la calidad democrática y la transparencia de la acción del Ejecutivo han crecido en diferentes frentes: el presidente ha respondido a un 50% más de preguntas en el Congreso que su predecesor, Aznar. Además, se ha sometido al control del Senado, algo nuevo en nuestra democracia reciente. Como medios de control indirecto a la acción del Ejecutivo, Zapatero cumplió su promesa de cambiar el método de elección de la dirección de RTVE para que fuese el Congreso quien eligiese a la directiva del ente, por una mayoría cualificada.

En cambio, mientras el Partido Popular ha hecho una oposición bronca y crispadota, sus alternativas en proposiciones de Ley han sido escasas: 24 frente a las 124 del PSOE en la oposición.

El Gobierno socialista ha respetado además la lealtad institucional, reuniéndose con todos los presidentes de Comunidad Autónoma, sin distinción de signo político, y convocado la Conferencia de Presidentes. La litigiosidad ante el Tribunal Constitucional se ha reducido en este mandato, como prueba del mejor acomodo entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas. Lamentablemente, la lealtad no ha sido recíproca en algunas comunidades que, gobernadas por el PP, se han dedicado más a entorpecer la acción del Gobierno de España que a defender los intereses generales de los ciudadanos.

La ampliación de derechos ha sido otra constante, no sólo desde la perspectiva de la consolidación del Estado de Bienestar, con la Ley de Dependencia o la subida de las pensiones mínimas, sino desde los más básicos derechos civiles, como en la Ley de Igualdad o en la reforma del Código Civil sobre matrimonios homosexuales.

Pero el avance en derechos debe seguir: en la próxima legislatura, el PSOE se ha comprometido a un gran acuerdo con las Comunidades Autónomas sobre lealtad institucional, a cambiar el Código Penal para una mejor defensa de la libertad de conciencia, a crear una circunscripción para los españoles en el exterior o a reformar, definitivamente y por consenso, el Senado.

Nuestra esfera de derechos es más amplia y está mucho mejor asegurada por el programa socialista: merece la pena.